𝅘𝅥𝅯 — Muerto, mi amor

⛦ 𝐖𝐀𝐊𝐀𝐒𝐀 26 days ago

Muy buenas tilinazos, después de

años, aquí estoy de regreso con

una historia. Un tanto extraña

probablemente, pero pues, ese es

el punto. :ghost:

Me encantó la idea del Uke

diferente y pues, quiero dar mi

interpretación, espero que pueda

cumplir sus expectativas.

Ahora sí, agarrense queridos,

que se viene.

— ¡Dax, eres un idiota! —

Un golpe en mi mejilla me regresó a la realidad.

Este era el momento que más esperaba, la ruptura, la única fase de la relación, cuando encontraba más emoción.

En mis últimas diez relaciones todo fue igual, veía a alguien atractivo, salia con el, se acostumbraba a mi y luego, el vacío que deja esa monotonía, me asfixiaba.

Prefería destruir ilusiones ajenas antes que dejar que me mataran a mí, que matarán mi pasión.

Encontrar una pareja, no era nada complicado cuando vives en una sociedad que ama todo lo "dominante".

Pero las escenas que se creaban frente a mi hogar, cada corazón roto que lanzaba afuera, me hizo de un nombre entre mis vecinos que susurraban absurdos comentarios conservadores de abuela religiosa.

Y ahora me encontraba en un nuevo dilema:

¿Conseguir algún otro corazón para destruir o buscar emoción en algo más?

Gracias a este dilema y la culpa mental de siempre hacer lo mismo, ahora me encontraba paseando dentro del cementerio comunitario a mitad de la noche, en mis manos tenía un experimento, que algunos llamarían "ocultismo".

Mi literatura Lovecraftiana despertaría a un muertito, o al menos eso esperaba. Tan solo imaginar que una mano fría y putrefacta tocará mi hombro, hacía que mi corazón se acelerara de una forma, que ningún estúpido romance podría hacerlo jamás.

Me senté encima de una lápida, quité los floreros que me impedían sentarme cómodamente, y una vez estuve relajándome y desempolvando mi libro, un pensamiento que realmente traía arrepentimiento y culpa, me invadió.

El mismo consejo antiguo que mis padres siempre me daban cuando me ponía "caprichoso".

"Ten cuidado con lo que deseas".

Era una de las tantas ridiculeces a la que me expuse de niño, quiero pensar, pues ¿Por qué debería de cuidarme de algo que deseo? Si mi deseo es sentir, tener una vida llena de emociones fuertes, no importa si son buenas o malas, ¿Por qué debería de preocuparme?

Despues de haber perdido mi tiempo en ridiculeces emocionales, comencé a leer en voz alta, no tenía ni idea de que idioma era eso y aunque mi lengua se trababa, me esforcé por ser lo más claro.

Pero no pasaron ni un par de renglones, cuando el sonido del garraspeo de una garganta ajena, me hizo levantar la mirada, mis ojos brillaban en ilusión, pero solo era el velador, que sostenía una pala, sobre la cual estaba recargado.

— ¿Sabes que es de mala educación venir a perturbar el descanso de otros? — su voz era extrañamente profunda, como si cada palabra suya, estuviera dentro de una habitación llena de eco.

Mi cuerpo se erizó y rápidamente volví a mirarlo, su piel parecía pálida, su cabello era ondulado, cubría la mitad de su rostro y parecía tener textura de estropajo, su ropa desgastada y llena de tierra, no era la descripción de belleza, eso era obvio.

— Lo siento, no sabía que estabas dormido — lo miré de arriba a abajo, juzgando su apariencia con una sonrisa descarada en el rostro.

Sin embargo, soltó una risa que hizo que todo mi sistema temblara — ¿En serio trataste de despertar a un muerto con eso? ¿Sabes si quiera en que idioma está? —

Cerré el libro con fuerza y me levanté, apenas era más alto que el por centímetros — ¿Si quiera vez con esas telarañas en los ojos? — dije antes de sacarle el dedo medio y largarme de aquel lugar.

Estaba confundido de aquella extraña conversación con ese tipo, no era hostil, pero hizo que cada fibra de mi cuerpo reaccionara.

Apenas crucé el umbral de la puerta de mi casa y solté una risa nerviosa, quizá no fue el fantasma que esperaba, pero fue igual de fascinante.

La noche cayó, mi cuerpo cedió al cansancio, todo apuntaría a una noche rutinaria.

Pero gracias a dios que no fue así.

Mis ojos se abrieron, la oscuridad era tan profunda que empecé a dudar si realmente tenía los ojos abiertos, pero un par de luces brillantes atraparon mi atención.

Eran un carmesí intenso, pronto esas luces se acercaron más a mi, y pude ver con más claridad a él... Era el velador.

Su rostro tenía una sonrisa más torcida que la anterior que vi en el cementerio, sus manos sostuvieron mis mejillas, primero era cuidadoso, pero poco a poco, su rostro parecía perder la cordura, un hilo de saliva escurrido de lleno sobre mi mejilla y sus dedos se ciñeron en mi mandíbula.

Y tras una risa escandalosamente terrorífica, sentí como su otra mano perforaba mi abdomen sin cuidado, el dolor era tan real, que pensé que podría morir realmente, pero ver sus mejillas rojas (aunque ya no podría saber si era por su emoción o por mi sangre que se esparció en su rostro) y el peligro que me transmitía su presencia, era todo lo que buscaba.

Lejos de asustarme al despertar, mi corazón agitado y mi mente confundida, tan solo podían quejarse...

Estaba frustrado de que no fuera real.

Y ahora, tenía claro que tenía que hacer:

Tengo que ir con ese velador.

Todo el día estuve disperso en mis pensamientos, esperando a que la noche cayera para ir por el,por el dueño de mis pesadillas.

Ahí estaba yo, paseando nuevamente por el cementerio, iba pateando floreros para atraer la atención, hasta que finalmente vi su cabellera frente a una lápida, la cual cubrió con las flores de alrededor.

Me aclaré la garganta y el simplemente continuó hasta que era imposible ver el epitafio de aquella tumba, imaginé que quizás era un acaudalado que tenía muchas visitas.

Y en cuanto giró, pese a no verme directamente, mi corazón se aceleró al sentir su mirada sobre mi.

— Creo que nuestro encuentro de ayer no fue el más apropiado, mi nombre es Dax —

El tipo movió la cabeza, asintiendo, hasta que después de unos segundos de silencio, se percató de que debía decir su nombre también.

— Hazen... —

—Que nombre tan elegante... Hazen, se que tienes... Cosas muy importantes e interesantes que hacer aquí, pero me tomaré el atrevimiento de robarte unas horas de tu noche para ir a beber ¿Te apuntas? —

Hazen pensó un momento, agarró con fuerza la pala, sus venas se marcaron, pero algo interesante fue que sus uñas realmente parecían garras, tragué saliva al notar que todos los pequeños detalles que vi en sueños, eran reales.

— No puedo salir... A menos que me lo pidas —

Lo miré confundido y solté una risa — Perdóname, ¿Es un protocolo o algo así? Perfecto entonces, ven, vamos a mi casa —

Comencé a caminar fuera del cementerio, escuchando levemente una risa extraña salir de Hazen, pero bueno, el tampoco parecía ser un tipo cuya cualidad principal sea la salud mental o la cordura.

Cuando estuvimos frente a mi puerta y empecé a sacar mis llaves, con una bolsa plástica llena de latas de cerveza, sentí la respiración de Hazen tras mi oído, un escalofrío recorrió mi cuerpo y giré mi rostro levemente para verlo con una sonrisa pícara.

Sin embargo, al girar mi rostro, pude ver una silueta de reojo, enfoqué mi atención y vi a mi vecino, parecía que el ruido que hicimos lo despertó, su rostro confundido valía millones.

Moví mis cejas de arriba a abajo antes de entrar con mi acompañante, ya me imaginaba los chismes que crearían de mi, pero ahora no me importaba, había algo... Más bien, alguien más importante ahora.

Me senté a la mesa, viendo como Hazen se quedó fuera de mi hogar, lo miré confundido, lucía como un perrito que no puede hacer nada si su amo no se lo ordena.

— ¿Que esperas? Ven, entra, te doy permiso — dije de forma divertida, a lo que de inmediato mis palabras fueron acatadas, se sento frente a mi, parecía tan serio, sus palabras parecían haberse perdido en aquel cementerio.

Le pasé una cerveza y comencé a beber la propia — Hazen ¿Desde cuándo trabajas en el cementerio? No es un oficio muy común para alguien tan joven — dije optando por una posición más cómoda, mi mirada se fijó en su rostro, deseaba ver esos ojos color zafiro no solo en un sueño.

— A veces... — era tan seco que me dió sed, comenzamos a beber de forma desenfrenada, hasta que logré escuchar en su tono un apice de atrevimiento.

— ¿Acaso no vas a invitarme para quedarme en tu casa? — aquella dulce y rasposa voz llenó mis tímpanos y mi corazón que yacía revoloteando en mi pecho.

— Por supuesto, quédate lo que quieras... Quédate para siempre —

Mi mente se nubló, probablemente fue por tantas cervezas, pero no puedo quejarme, pues de nuevo, pude tener ese sueño tan magnífico con Hazen, una sensualidad terrorífica que colma mi alma con las emociones que tanto anhelaba.

A la mañana siguiente, me levanté tembloroso, sudado y con la mente confusa, parecía que un tráiler paso sobre mí, fui al baño para vomitar después de tal resaca, pero apenas me vi en el espejo, me acerqué asustado al espejo.

Mi rostro tenía un moretón, como si hubiera sido golpeado repetidas veces, mi cuello estaba lleno de manchas rojizas, pero lo peor de todo, fue mirar mis brazos y pecho, estaban tan rojos, pero al tocar una "marca", mi cuerpo se erizó al sentir la carne viva.

Estaba atónito, pero aunque era un nuevo nivel de peligro, lejos de estar preocupado, mi mente tan sólo podía preguntarse.

"¿Cuando se repetirá la ocasión?".

Pasaron días, semanas tal vez, y la presencia de Hazen llenaba mis noches de felicidad y emociones, pese a mis súplicas de salir durante las mañanas o atardeceres, siempre era rechazado, pero ¿Cómo podría enojarme, cuando fue el quien trajo sentido a mi vida?

Mi energía se drenaba con cada noche compartida, pero mi corazón latía con más fuerza, mi mente ya no me pedía lastimar un corazón ajeno para ser feliz, tenía todo lo que necesitaba.

Sin embargo, durante el atardecer, la puerta de mi hogar fue tocada, perturbando mis pensamientos, de mala gana abrí, y frente a mi, estaba aquel vecino que siempre me miraba con desaprobación, pero ahora tenía un rostro de preocupación, una preocupación genuina.

— Buenas tardes vecino, lamento molestarte, pero no podía continuar ignorando esto, sé que no tenemos la mejor relación pero eso no importa cuando se trata de una situación crítica —

Lo miré con altanería, recargando mi hombro en el marco de la puerta — Buenas tardes... Disculpe, ¿Podría ir al grano? Mi cita no tarda en llegar y no pienso perder el tiempo con usted —

El hombre tragó saliva y miró rápidamente alrededor —¿Cita? ¿Se refiere a cuando habla consigo mismo? —

— ¿Disculpe? Si ha venido a expresar su envidia, mejor váyase de una vez —

— Tan sólo escuche, todas las noches se la pasa quejándose y gritando, usualmente no me interesaría, menos cuando se trata de usted, pero por el amor de dios, las paredes tienen aislamiento acustico y puedo oír claramente su dolor... No sé que clase de cosas haga, no sé si la esté pasando mal y aunque no nos llevemos bien, si tiene algún problema, no dude en venir conmigo a hablar, lo escucharé —

Yo tan sólo lo miré, el sol se ocultó, y mi semblante relajado se borró, retrocedí hasta estar dentro de mi departamento —Que tenga una buena noche — y así, cerré la puerta con dureza en su cara.

Me recargue en la puerta, mi rostro se raspaba con las astillas causadas por el uso, pese a que todo lo dicho podría haber sido una broma o tan sólo algo para molestar, había algo dentro de sus palabras que me mantenía inquieto, pronto comencé a cuestionar muchas cosas.

"¿Porqué siempre se va antes del amanecer? Parece que no le gusta lo que le doy, jamás se lleva nada, jamás come nada"

Y finalmente, el pensamiento que rompió toda la farsa que mi mente mantenía oculta bajo el sentimiento de excitación "¿Cómo es que aparecía en mi hogar todas las noches sin excepción, incluso cuando no recuerdo haberle abierto?".

— Dax, estás pensando demasiado para algo que sabes muy bien — habló la voz profunda de Hazen, rápidamente me volteé, mi hogar de pronto se tornó oscuro, junto como en mis sueños, sentí el corazón en la garganta

Se acercó peligrosamente a mi, colocó sus fríos dedos alrededor de mi cuello, una sonrisa maquiavélica se formó en su rostro y con un susurro, habló antes de desaparecer entre la oscuridad de la habitación — ¿No te has planteado que quizás tú amor no es real? —

Lo perseguí pero cuando encendí las luces, aquel rincón en el que se escondió, estaba completamente vacío, ni un rastro, ni una huella, desapareció.

Mi corazón latía excesivamente, este era un sentimiento horrible, pero de los más intensos que jamás he llegado a sentir. Salí corriendo de mi departamento, mi mente estaba llena de terror, pero hambrienta de respuestas, llegué al cementerio donde lo conocí por primera vez.

Al entrar acelerado, y deseando encontrarlo, pateé multiples floreros y ramos de flores que descansaban sobre las tumbas, sin embargo, en cuanto vi aquel arreglo de flores que vi a Hazen acomodar apasionadamente, no pude contenerme y las pateé con toda mi furia.

Pétalos de rosas marchitas bailaban con viento con elegancia, dando una imagen hermosa, a un momento aterrador.

Aquel epitafio que cubrió con cariño, decía con una tipografía gótica:

" Aquí descansa el cuerpo de Hazen Grey, adorado hijo de la familia Grey ".

Mi cuerpo tembló, mi piel palidecio y en mi rostro lleno de confusión y dolor, se dibujó una sonrisa de incredulidad, junto a un par de lágrimas de resignación bajando por mis mejillas.

Caminaba con lentitud, de regreso a mi hogar, ya sabía quién estaría ahí, y aunque ahora, con toda la más oscura verdad, dentro de mi y contrario a lo que Hazen dijo, mi amor de verdad que trasciende y es real.

No es solo por las emociones que me hace sentir, no es solo por la sensación de ser consumido fervientemente hasta sentir que de todo tu cuerpo, lo único que te pertenece es tu amor. Y aunque esta decisión me condene a una eternidad de martirio, no tengo la menor duda, de que si esto sucediera de nuevo, volvería a escoger el mismo camino.

— Ya volví a casa, Hazen —